Esta mañana Dios me hizo un hermoso regalo... ¡la vida! ¡Gracias Señor!
Aunque levantarse de la cama los lunes sea un deporte de riesgo, aquí me tienes para darte el primer beso del día. Feliz lunes
Gracias Señor, por el trabajo que me sustenta cada día, por el alimento que nutre mi cuerpo, por el techo y el abrigo que me cobijan, por mi familia, mis amigos...
Deja tu corazón en manos de Dios, y Él lo pondrá en manos de quien se lo merece
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