Fruto prohibido; el más querido; deseo guardado, tan anhelado. No me importa la gente, sólo importa el presente, le ganó el corazón a la seca razón. Daría todo mi mundo por mirarte un segundo, pues sentir que me amas a mi alma da alas Compartir en Facebook Twitter Pinterest Whatsapp Categoría(s): de amor, Poesía, Rimas
Sin comentarios