Querida suegra: nunca me digas cómo educar a mi hijo, estoy casada con uno de los tuyos y créeme, deja mucho que desear
Soy como soy, y el que no me trague que se ahogue
No quisiera estar aquí cuando se acaben las risas
De vez en cuando es bueno sacudir el árbol de la amistad para que caiga la fruta podrida
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