Conseguir confianza lleva toda una vida, perderla sólo un instante. Puede ser subsanado y recuperado con compromiso, pero siempre queda una cicatriz. Cuando aprendemos a perdonar podemos llevar esas cicatrices con orgullo, pues son las múltiples experiencias vividas las que nos hacen ser quienes somos
Estrellarse contra una pared en la vida es la mejor forma de quitarnos nuestra armadura de ego y soberbia. A veces, necesitamos un golpe para tomar conciencia con humildad lo que debemos mejorar